Este negocio surge casi por casualidad, es pandemia, encerrados, y mi mamá empieza a hacer sus análisis de color de forma online, creo que a la par de muchas otras personas… Pero ella, en particular, desarrolla un sistema que funciona, y entonces, pues…
Había que COMUNICARLO, pero, ¿cómo? Pues le abrí un Instagram y le hice todo un diseño de marca: El Color de tu Alma. Este había sido un nombre que alguna vez habían usado para presentarla en un programa en el radio, y nos gustó.. Y aún nos gusta, porque además de que lleva su nombre, Alma, usar tus colores adecuados te ayuda a proyectar coherentemente lo que eres en esencia. Así que…
El tiempo pasó, y yo le ayudaba en todos los temas tecnológicos que ella necesitaba, mucho en redes sociales, algo de publicidad digital, le hacía algunas de sus presentaciones para clientes, conferencias, le hice su página web, etc. Creo que le facilitaba mucho la vida… Y, a mí el mundo de las redes sociales de forma profesional y el marketing digital, me encantaron… En ese momento decidí inscribirme en un Máster en Marketing Digital y Social Media, para poder dedicarme profesionalmente a eso que se había convertido en pasión, y que, además, englobaba gran parte de las cosas que yo estaba buscando en mi vida profesional, sobre todo, flexibilidad, tanto horaria, como del lugar de dónde yo podía trabajar.
Entonces, empecé a dedicarme profesionalmente al social media, y tenía un trabajo corporativo, en una empresa increíble, a la par de algunos otros clientes de redes sociales; mientras también, hacía el máster, cuidaba a mi familia… Y, llegó un momento en que troné, no podía más, sobre todo con la culpa de que no veía a mi hija lo suficiente, mi trabajo me quedaba súper lejos de mi casa y me tomaba más de una hora en cada trayecto a la oficina, eso aunado a todas las otras cosas que tenía que hacer al terminar de trabajar… era TOO MUCH… Así que, decidí dejar mi trabajo, y me fui a México 6 semanas de viaje, y ahí, decidimos asociarnos oficialmente, El Color de tu Alma era un proyecto de 2, y que juntas, podríamos lograr mucho más… y aquí estamos…
Felices y agradecidas, haciendo muchos malabares para cuadrar horarios, adaptándonos cada día, pero contentas de estar haciéndolo juntas… Es algo increíble lo que este negocio nos permite, a mí, trabajar en algo que amo y en lo que tengo algo de experiencia, pero que también, me reta cada día, y para mi mamá, la posibilidad de dejar un legado y que dentro de unos años que ella ya no quiera trabajar, tenga la posibilidad de haber dejado todo lo que sabe en medios digitales, tanto cursos, como eBooks, y… por supuesto… ¡Llegar a más personas, que como tú hoy, nos lees! Dejar una empresa que pueda trascender por generaciones, siendo yo la primera… Suena romántico, pero creo que las grandes cosas surgen así, primero en nuestra cabeza.
Y aunque emprender con mi mamá también significa que algunas veces nos desesperamos, ya que tenemos una brecha generacional grande, y, que también a veces no nos entendemos, creo que es precisamente esa brecha la que nos hace fuertes, la que nos ayuda a ofrecer cursos y servicios diferentes a otros del mercado, y que nos hace poder conectar con más personas.
Emprender con mi mamá es un regalo y una ENORME bendición por la que estoy infinitamente agradecida.