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¡Tiré más de 500 euros en maquillaje que no me favorece! y... ¿Cómo saber qué maquillaje te favorece?

Estos son todos los productos de maquillaje que POR FIN saqué de mi cajón porque solamente me estorbaban.


saber qué maquillaje te favorece


Desde hace mucho tiempo he sido aficionada a ver tutoriales de maquillaje, principalmente en YouTube. Desde 2013, he estado súper al tanto de las tendencias en maquillaje. En especial, me fascinaba por aquel entonces el canal de Lisa Eldridge y algunos más, los cuales seguí casi religiosamente durante años. Eran como mi 'guilty pleasure'.


Me sigue fascinando el maquillaje, pero descubrí algo IMPORTANTE, y además, me sorprende que tantas maquilladoras famosas, que trabajan con tantas celebridades e incluso la realeza alrededor del mundo, no utilicen o al menos no compartan dentro de su contenido. El hecho de usar los colores que TE FAVORECEN lo cambia todo, para BIEN. Yo no tenía ni idea de que, por más que quisiera que ese maquillaje que a otra persona le quedaba divino, quedara igual en mí, no iba a funcionar, ni remotamente, porque estaba dejando a un lado el factor más importante en la imagen personal: EL COLOR desde el punto de vista de la colorimetría personal. El diagnóstico en colorimetría es la mejor forma de saber qué maquillaje te favorece


Recuerdo hacer muchísimas búsquedas como, por ejemplo, 'best lipsticks for brunettes'. Claro, yo tengo el cabello castaño muy oscuro y me definía como una 'brunette', y sí, lo soy, pero difiero de muchas de ellas en que soy de piel oliva, de subtono frío. Por lo tanto, esos maquillajes que tantas recomendaban en YouTube y que en ellas eran perfectos, claramente no funcionaban en mí. Pero no era que yo no fuera suficientemente bonita, es que estaba poniendo estorbos a mi belleza natural.


¿Qué puedo decir que ahora ha cambiado? Conocí el poder del COLOR en mí. Recuerdo con mucho gusto una vez que recreé un look que proponía Lisa Eldridge para Navidad, en el que hablaba de que los labiales rojos con subtono frío hacían que los dientes se vieran más blancos. Además, te daba toda una técnica para que el rojo quedara perfecto y durara muchas horas. Ella decía que la única forma de usar lipstick rojo era que la técnica fuera perfecta. Por supuesto, estamos hablando de hace más de 10 años, cuando la tecnología de labiales de larga duración, mate, que no se mueven con nada, aún no existía. Pero bueno, yo corrí a comprar el lipstick rojo de subtono frío. Me acuerdo que compré uno de Chanel que ya no tengo, pero lo importante de la anécdota es que en esa ocasión TRIUNFÉ. Me sentía súper bonita, veo las fotos y sí me veía muy bien. Sin haberlo hecho intencionalmente, mi maquillaje fue muy favorecedor para mi estación Invierno Profundo, aunque yo en ese momento todavía lo desconocía. Fue por casualidad, pero al usar mis colores, brillaba.


No soy una compradora compulsiva, ni tampoco quiero decir con esto que sean millones de productos, para nada. No soy, y tampoco era, de las que se unen a cada una de las tendencias. Pero al final, ese dinero fue un despropósito. Pero ¿saben qué es lo peor de todo? No es para nada el hecho de haber desperdiciado el dinero o de tener los productos ocupando mi espacio útil. Lo peor de todo es que por mucho tiempo LOS USÉ, esforzándome por verme bonita, para verme mejor, queriendo que me favorecieran. Pero en una lucha absurda, porque claro, estos colores a mí, JAMÁS SE ME VERÁN BIEN. No están dentro de la paleta de colores que me favorece, y por mucho esfuerzo que hiciera siguiendo los tutoriales, lo único que estos productos hacían era acentuar mis imperfecciones.


Aquí puedes ver de más cerca la diferencia entre los colores que sí me favorecen (la primera foto) y los colores a los que yo siempre gravitaba eran a los cálidos y suaves, más óptimos para una persona otoño, y no, no me hacían ningún favor.








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